Psicosis

BES.- Ya están aquí.

UGOS.- Hay mucha alarma.

BES.- ¿Cómo los frenamos?

UGOS.- Hay psicosis.

BES.- Son dañinos. No dan un paso atrás.

UGOS.- Y no hay vacuna.

BES.- ¿Para los independentistas?

UGOS.- Para los del virus.

BES.- No hablamos de lo mismo.

UGOS.- O sí.

#reencuentro

Bes & Ugos. Virus en vivo

BES.- Hay un virus.

UGOS.- ¡Y muchas redes sociales!

BES.- ¡Se expande muy rápido!

UGOS.- 1ª retransmisión en directo de una epidemia.

BES.- ¿Vamos a morir?

UGOS.- ¡Seguro!

BES.- ¡Qué optimista!...

UGOS.- A pregunta vírica-alarmista, respuesta festiva-sin vacuna.

BES.- Es una pregunta seria ante un problema real.

UGOS.- Y una respuesta seria del guionista de serie de ficción que todos llevamos dentro.

BES.- ¿Una serie sin final feliz?

UGOS.- O sin final, como tantas.

BES.- ¡Increíble!

UGOS.- ¿El final? ¡El público se lo traga! ¡Todo!

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Bes & Ugos. Diálogos. Primavera

BES.- No entiendo.

UGOS.- ¿Qué no entiendes?

BES.- Lo de la primavera.

UGOS.- ¡Me encanta!

BES.- Y a mí, pero no la entiendo.

UGOS.- ¿No la entiendes? ¿A la primavera? Si no tiene nada que entender…

BES.- No entiendo por qué nos encanta, por ejemplo.

UGOS.- Porque termina el frío y llega el calorcito y florecen los campos…

BES.- ¡Y empiezan las alergias! ¡¡Atchííís!!

UGOS.- Ella es así. A la primavera hay que quererla tal y como es.

BES.- Pues eso es lo que no entiendo. ¡Que podría ser perfecta, y no lo es!

UGOS.- Quien no cojea, renquea. Nadie es perfecto.

BES.- ¡Y cuando no es la alergia, se tira un día tras otro y tras otro sin parar de llover!

UGOS.- Nunca llueve a gusto de todos.

BES.- ¡Y de repente sale un solazo que te derrites!

UGOS.- Sol de marzo hiere como mazo…

BES.- ¡Y la gente se pone como histérica!

UGOS.- La primavera la sangre altera.

BES.- Si no lo dice, revienta.

Bes & Ugos. Diálogos. Futuro

BES.- Negro. Está negro.

UGOS.- ¿Negro? ¿El qué?

BES.- El futuro.

UGOS.- Como el presente.

BES.- No sé que está peor.

UGOS.- El presente está peor.

BES.- ¿Peor que el futuro?

UGOS.- Es que el futuro no está todavía. Estará cuando llegue, cuando esté.

BES.- ¡Ya está!

UGOS.- Si está, no es futuro, es presente. Presente de indicativo.

BES.- ¿Presente de indicativo?

UGOS.- “Yo estoy, tú estás, él está”… ¡Él, el futuro, está negro!: Presente de indicativo.

BES.- ¡El futuro no deja de ser futuro por que hablemos de él en el presente! ¡¡Del futuro, siempre se habla en el presente!! ¡¡En el futuro, hablaremos del pasado, de otro presente y de otro futuro!! ¡¡El futuro de hoy, está y estará negro!!

UGOS.- No lo veo claro.

BES.- Porque está negro.

UGOS.- “Está”: Presente de indicativo.

BES.- ¡Ni lo verás!: Futuro de indicativo.

UGOS.- ¡Ya lo tengo!: Es un indicativo de futuro presente.

BES.- Indicativo de ceguera constante.

Bes & Ugos. Diálogos. Palabras

BES.- Lo tengo en la punta de la lengua.

UGOS.- ¿Un “pirsin”? ¡Qué desagradable!

BES.- No. Lo que te iba a decir.

UGOS.- ¿Y a qué sabe?

BES.- ¿El qué?

UGOS.- Lo que tienes en la punta de la lengua.

BES.- No es una comida. Es una frase.

UGOS.- ¿Una frase?

BES.- Sí: palabras, unas detrás de otras.

UGOS.- ¿Y no saben a nada?

BES.- ¿Las palabras? No.

UGOS.- Te equivocas.

BES.- ¿Cómo que me equivoco?

UGOS.- Pues que las palabras sí tienen sabor.

BES.- ¿Ah, sí?

UGOS.- ¡Claro! Hay comentarios ácidos, gritos amargos, noticias agridulces, chistes salados y palabras dulces de amor.

BES.- ¡Oh, qué bonito!…

UGOS.- ¿A que sí?

BES.- ¡Ya sé lo que te iba a decir!

UGOS.- Suéltalo antes de que se te enganche en la punta de la lengua.

BES.- Que si quieres una taza de chocolate.

UGOS.- Sabrosas palabras.

Bes & Ugos. Diálogos. Cabrones

BES.- ¡Son ladrones! ¡La peor calaña de ladrones!

UGOS.- ¿Quiénes? ¿Qué te han robado?

BES.- ¡Ladrones de confianza! ¡Eso es! ¡Te roban tu dinero y tu confianza!

UGOS.- ¿De quiénes hablas?

BES.- Te embaucan… “vente con nosotros y te regalamos esto, y lo otro, y lo de más allá… somos los mejores… vente con nosotros…”.

UGOS.- Palabrería barata, ¿no?

BES.- Te dejas convencer, como un mal menor necesario, y cuando ya te tienen cogido, ¡¡zas!! ¡Te roban! ¡¡Te estafan!! ¡¡¡Te mienten!!!

UGOS.- ¡Denúncialos!

BES.- ¡¡¡Te mienten, una y mil veces!!! “Llámanos gratis”, te dicen; “Atención al cliente gratis”… ¡¡Mentira!!

UGOS.- Llámales y les reclamas lo que es tuyo…

BES.- ¡Sólo saben mentir y decir lo que les da la gana! ¿Atención? ¡Desatención pura y dura! ¡Atentado a la información! ¡Terroristas de la desinformación! ¡Y de gratis, nada: en cada llamada a ‘Atención al cliente’ me roban mi tiempo, mis nervios, mi inteligencia y mi pelo!

UGOS.- ¿Tu inteligencia y tu pelo?

BES.- Me toman el pelo repitiéndome a cada momento el mismo guión estúpido que tienen escrito delante de sus sucias caras. ¡Imposible sacarlos de ahí! ¡Te hacen sentir como el guión!

UGOS.- ¡Mándalos a freír monas, que se laven, y a otra cosa, mariposa!

BES.- ¡Tengo contrato de permanencia!

UGOS.- Ahhh. ¡Licencia para robar!

BES.- ¡Cabrones!

Bes & Ugos. Diálogos. Está pasando

BES.- ¿Y tú qué opinas?

UGOS.- ¿De qué?

BES.- ¿De lo que está pasando?

UGOS.- ¿Qué está pasando?

BES.- ¿No lees los periódicos?

UGOS.- Sí.

BES.- ¿Y qué ponen los periódicos que está pasando?

UGOS.- Lo de siempre, ¿no?

BES.- ¿Lo de siempre?

UGOS.- Sí, el fútbol y eso, ¿no? Que si fue fuera de juego, que si no fue gol, que si el arbitro era muy malo… ¿Eso no? Lo normal de los periódicos…

BES.- ¿Qué fútbol ni fútbol? Te hablo de lo que pasa en la vida real.

UGOS.- ¿La vida real? ¿La vida del rey?

BES.- No; bueno…, sí… Sí, ¡pero no!  Yo me refiero a lo que nos pasa a la gente, a la gente normal y corriente, a la gente de a pie.

UGOS.- ¿Qué nos pasa?

BES.- ¡Que no hay donde rascar!

UGOS.- ¿Dónde no hay qué rascar?

BES.- En las calles, en los trabajos, en las casas…

UGOS.- Si quieres, me puedes rascar.

BES.- ¿Rascarte? ¿Para qué?

UGOS.- Como dices que no hay donde rascar.

BES.- Me refiero a que la cosa está fatal. ¡Y peor que se va a poner!

UGOS.- ¿Qué cosa?

BES.- Que, ¡¿qué cosa?! ¡¿Qué cosa va a ser, Ugos?! ¡¿Qué cosa va a ser?!... ¡La economía, Ugos, la economía!

UGOS.- Aaaaaaah, la economía…Vale, vale… Ya, ya lo pillo.

BES.- ¿Y qué? ¿Qué opinas?

UGOS.- ¿De qué? ¿De la economía?

BES.- ¡Sí, Ugos, sí: de la economía, de la destrucción de empleo y la falta dinero, de los bancos en quiebra, de la corrupción política, de los desahucios, de la que nos está cayendo en lo alto, que nos están dando por todas partes…, de lo que está pasando!… ¿Qué opinas de todo esto?

UGOS.- Que… ¡Vaya tela!

BES.- ¿Ya está?

UGOS.- Y que prefiero el fútbol.

Bes & Ugos. Diálogos. Dos veces

BES.- Dos veces seguidas.

UGOS.- Ya me he dado cuenta.

BES.- ¿Y qué te parece?

UGOS.- No sabría decirte.

BES.- A mí me gusta.

UGOS.- Muy seguido, ¿no?

BES.- Más, y a menudo. Así es mejor.

UGOS.- Lo poco, agrada; y lo mucho, enfada.

BES.- Esto no es ni mucho, ni poco, ni enfada. Simplemente, dos veces seguidas, y ya está. Dos veces que el cuerpo te agrada.

UGOS.- No sé, no termina de convencerme. Creo que no deberíamos. Nos estamos malacostumbrando.

BES.- Tú y tu sentimiento de culpa. Disfruta el momento y ya está.

UGOS.- Eso intento, pero...

BES.- ¡Déjate de peros, y sigue!

UGOS.- Es que la de antes era mi primera vez. Y ahora, son dos veces… ¡Y seguidas!

BES.- ¡Como si fueran ochenta! ¡Venga! ¡Sigue! ¡Vámonos! ¡Lo importante es que se abra el paracaídas! ¡¡¡Gerónimo!!!

UGOS.- ¡¡¡Jerónimo!!! ¡¡¡¿¿Gerónimo??!!! ¡¡¡¿¿Con gé o con jota??!!!

BES.- ¡¡¡Qué más da!!! ¡¡Tira de la anilla!! ¡¡Tira de la anilla!! ¡¡Vamos a por la tercera!!

Bes & Ugos. Diálogos. Hacerse mayor

BES.- Hoy te veo de otra manera, Ugos.

UGOS.- ¿A que sí? Yo también me veo de otra manera.

BES.- ¿Y eso? ¿Qué te pasa?

UGOS.- Quizás me esté haciendo mayor.

BES.- Todos nos hacemos mayores.

UGOS.- Ya, pero yo más.

BES.- ¿Por qué?

UGOS.- Porque pasa el tiempo.

BES.- Para mí también pasa el tiempo. ¡Para todos!

UGOS.- Para mí pasa más rápido.

BES.- Pasa para todos por igual, ¿o es que tus días tienen menos de veinticuatro horas?

UGOS.- No. Veinticuatro horas justas.

BES.- ¿Ves? Tu tiempo corre tan rápido como el mío.

UGOS.- Son mis minutos los que fallan.

BES.- ¿Qué le pasan a tus minutos? ¿No tienen sesenta segundos como los de todo el mundo? Anda, rima y todo: segundos… mundo… segundos… mundo…

UGOS.- Sí, seguramente.

BES.- ¿Entonces?

UGOS.- Pues pasa que nunca tengo un minuto para mí.

BES.- Es cuestión de organizarse.

UGOS.- Y siempre llego diez minutos tarde a todas partes.

BES.- También es cuestión de organizarse.

UGOS.- Y lo dejo todo para el último minuto.

BES.- Organización, Ugos, organización. Sólo es cuestión de organizarse.

UGOS.- La cuestión es que organizarse es la señal inequívoca de que te haces mayor.

BES.- ¡¡Un minuto y a escena!!

UGOS.- ¡He ahí la cuestión!

Bes & Ugos. Diálogos. Asuntos propios

UGOS.- Bes…

BES.- ¿Qué?

UGOS.- Ehmm… No sé… ¿Qué haces?

BES.- Cosas mías.

UGOS.- ¿Qué cosas?

BES.- Cosas… Sabes que no me gusta que te metas en mis asuntos, al igual que yo no me meto en los tuyos.

UGOS.- Vale, vale…

BES.- ¿Qué quieres?

UGOS.- Ehmm… Se me ha olvidado. No sé lo que te iba a decir.

BES.- Qué coraje da eso, ¿verdad?

UGOS.- Pues sí.

BES.- Y, además, seguro que era algo importante, ¿a que sí?

UGOS.- Más que importante, urgente.

BES.- ¿Cómo sabes que era urgente?

UGOS.- Porque he dejado lo que estaba haciendo y he venido a buscarte.

BES.- ¿Y qué hacías?

UGOS.- ¿Ah?… Cosas mías. Igual que yo no me meto en tus asuntos, tampoco me gusta que tú te metas en los míos.

BES.- Bueno, bueno, tranqui… Si te pregunto, es por si lo que estabas haciendo pudiera tener relación con lo que me ibas a decir.

UGOS.- No creo.

BES.- Que a mí, tus asuntos y tus tejemanejes, me importan tanto como la prima de riesgo.

UGOS.- ¿No te importa la prima de riesgo?

BES.- ¿A mííí?... ¿La prima de riesgo? ¿Y eso qué es?

UGOS.- Es lo que…

BES.- No, Ugos, no te esfuerces, que ni la prima de riesgo, ni el ipecé acumulado, ni la deuda externa me van a amargar la vida. Vamos, que me da igual.

UGOS.- Así nos va. Cuando te coja la recesión, verás tú que risa.

BES.- ¡Uuuuuuh! ¡Que viene la recesión! ¡Uuuuuuuh! ¿No ves que eso es lo que quieren, que tengamos miedo?

UGOS.- ¡Ya recuerdo lo que te iba a decir!

BES.- ¿Qué? ¿Qué hemos salido de la recesión?

UGOS.- Aunque… Bueno. Ya da igual.

BES.- Venga, que es broma. Suéltalo, no me dejes así.

UGOS.- Ya no viene a cuento.

BES.- Dime. ¿Qué querías?

UGOS.- Nada, nada, de verdad.

BES.- Venga. A ver… ¿Qué era eso tan importante?

UGOS.- Urgente. Era urgente, más que importante.

BES.- ¿Y?

UGOS.- Nada, que estaba tomando una cerveza en el bar de abajo y…

BES.- ¿Qué?

UGOS.- Te han multado el coche.

BES.- ¡No!

UGOS.- Sí. Y se lo ha llevado la grúa.

BES.- ¡Mierda! ¡¿Y no has hecho nada?!

UGOS.- ¡No!

BES.- ¡¿Por qué?!

UGOS.- ¡Porque sé que no te gusta que me meta en tus asuntos! ¡Y yo, ante todo, respeto tus gustos!

Bes & Ugos. Diálogos. Seriedad

BES.- Noto un cierto aire de seriedad en tu rostro.

UGOS.- ¡Qué bonito te ha quedado!

BES.- ¿El qué?

UGOS.- Lo que has dicho.

BES.- ¿Qué he dicho?

UGOS.- Eso que notas.

BES.- ¿Lo que noto?

UGOS.- Sí. En una parte de mí. ¿La cara, podría ser?

BES.- Ah… El rostro.

UGOS.- Eso. Y lo que notabas…

BES.- ¿La seriedad?

UGOS.- ¡Eso! ¡Sí! Pero has dicho algo más.

BES.- ¿Algo más?

UGOS.- Sí. Has dicho algo del viento, o no sé qué…

BES.- ¿El viento?

UGOS.- ¿El viento era, no?

BES.- ¿El viento?... No. ¿Será lo del aire de…?

UGOS.- ¡El aire, eso es!... ¡Aire incierto!

BES.- ¿Incierto?

UGOS.- ¿Incierto aire era, no?

BES.- Incierto aire, no. Cierto aire.

UGOS.- ¡Cierto aire, sí! Cierto aire de…

BES.- Cierto aire de seriedad.

UGOS.- ¡Eso! ¡Lo del aire de seriedad! ¡Cierto aire de seriedad! ¡Noto un cierto aire de seriedad en tu rostro! ¡Qué bonito!

BES.- Tampoco es para tanto.

UGOS.- Que no, dice… ¡Qué modestia! ¡Cómo se nota que eres una persona culta!

BES.- ¡Qué te gusta exagerar!

UGOS.- ¡Se nota que ves la tele!

BES.- ¿Que veo la tele?

UGOS.- ¡Y que vas a menudo a la peluquería!

BES.- ¿Que voy a la peluquería?

UGOS.- ¡Claro! ¡Se nota que lees las revistas de allí, de la pelu!

BES.- ¿Que leo las revistas de la pelu? Yo no leo esas cosas.

UGOS.- Claro que las lees. Eso que tú has dicho no se aprende así como así. Eso lo has copiado tú de las revistas, ¿a que sí?

BES.- ¡No!

UGOS.- Ah, y de la tele.

BES.- ¡Que no!

UGOS.- ¡Que sí! Que a mí no me engañas.

BES.- No es que te engañe. ¡Es que no!

UGOS.- ¡Que sí, no seas humilde!

BES.- ¡¡Que no!!

UGOS.- ¡Anda que no! ¡Reconócelo, si no pasa nada! ¡Si no es nada malo! Al revés, ¡ya quisieran muchos saber lo que tú sabes!

BES.- ¡¡He dicho que no, y cuando digo que no, es que no!! ¡¡Y punto!!

UGOS.- ¿Te pasa algo? Percibo un incuestionable vendaval de irritación en tu faz…

Bes & Ugos. Diálogos. Historia

BES.- Ayer ya es historia.

UGOS.- ¿Qué me estás contando?

BES.- Historia…

UGOS.- Si ayer es historia, ¿ya qué es?

BES.- Ya es también historia.

UGOS.- Entonces, ¿ya es ayer?

BES.- Casi. El ‘ya’ pasa, ¡¡fííííuuuu!!... rápido, fugaz, vistoynovisto, ¡ya! Y como pasa, ¡¡fííííuuuu!!..., automáticamente, ya es historia. Se podría decir que cada segundo es presente y pasado a la vez.

UGOS.- ¡Jo! ¡Qué pasada! ¡¡Fííííuuuu!!

BES.- Cada segundo del presente queda instantáneamente archivado para formar parte del ayer.

UGOS.- A partir de mañana, ¿no?

BES.- ¡Correcto! Ugos, hoy estás que te sales.

UGOS.- Hoy sólo no. Históricamente, estoy que me salgo hoy y ayer.

BES.- ¡En efecto! ¿Qué has comido hoy? ¡No se te escapa una! ¡Las coges al vuelo!

UGOS.- Me he comido lo que teníamos para mañana.

BES.- ¿El chuletón de Ávila?

UGOS.- Ya es historia.

BES.- ¿Y la fabada?

UGOS.- Historia.

BES.- ¡¿Y mañana?!

UGOS.- ¿Mañana? ¡¡Fííííuuuu!!

Bes & Ugos. Diálogos. Políticos

BES.- Estoy pensando meterme en política.

UGOS.- Yo, ni por todo el oro del mundo. Toda la gente habla mal de ellos.

BES.- Con no escuchar a la gente…

UGOS.- Pero, ese es su trabajo, ¿no?

BES.- ¿Cuál? ¿Escuchar?

UGOS.- Claro. Escuchar al ciudadano, trabajar por la ciudad, solucionar los problemas…

BES.- Sí, bueno… digamos que esa sería la definición romántica de lo que hacen los políticos. Pero eso era antes. Ahora son gestores.

UGOS.- ¿Y eso qué es? ¿Que gestan?

BES.- No, que gestionan.

UGOS.- ¿Y qué gestionan?

BES.- Pues… gestionan equipos de personas que gestionan el dinero público en la gestión de las necesidades de los ciudadanos. 

UGOS.- Vale. Muy bonito. Y muy gestionable... ¿Eso no es lo mismo que yo he dicho?

BES.- No exactamente. Los políticos de hoy en día, además de escuchar y solucionar problemas, como tú dices, toman el pulso a la ciudad.

UGOS.- ¡Oooooh!… ¿Toman el pulso?... Toman el pulso y nos toman el pelo.

BES.- Toman decisiones difíciles que, a veces, no gustan a todos.

UGOS.- ¡Nos toman por tontos!

BES.- Toman gran parte de su tiempo, en darnos las comodidades que necesitamos.

UGOS.- ¡Toman lo que es suyo y lo que no es suyo!

BES.- Ponen sus vidas al servicio de todos nosotros…

UGOS.- Seguro que toman más que ponen.

BES.- …Y resuelven las situaciones adversas.

UGOS.- ¡Resuelven sus vidas!

BES.- ¡Por eso! Mañana mismo me meto en política. ¿Te apuntas?

UGOS.- ¿¿Yo?? ¡Ni por todo el oro del mundo!

BES.- Con la cuarta parte me conformo… o la mitad mejor.

Bes & Ugos. Diálogos. Información sexual

UGOS.- ¿El sexo es malo?

BES.- Según.

UGOS.- ¿Según, qué?

BES.- Si lo practicas o no.

UGOS.- Si no lo practico, ¿qué pasa?

BES.- Malo.

UGOS.- ¿Y si lo practico?

BES.- ¿Si lo practicas, qué?

UGOS.- ¿Que si es malo?

BES.- ¿El qué?

UGOS.- El sexo.

BES.- Según.

UGOS.- ¿Otra vez?

BES.- ¿Otra vez, qué?

UGOS.- El según.

BES.- ¿Qué según?

UGOS.- El sexo.

BES.- ¿Qué sexo?

UGOS.- La práctica del sexo.

BES.- ¿Tú lo practicas?

UGOS.- Según.

BES.- ¿Según? ¿Según qué?

UGOS.- Según sea bueno o malo.

BES.- Entonces, ¡lo practicas!

UGOS.- Ehm... Sí.

BES.- ¿Y?

UGOS.- ¿Y, qué?

BES.- ¿Bueno o malo?

UGOS.- ¿Bueno, no?

BES.- Pues eso.

UGOS.- ¿Pues eso, qué?

BES.- Que no es malo.

UGOS.- ¿El qué?

BES.- El sexo.

UGOS.- ¿El sexo o la práctica del sexo?

BES.- ¡El sexo y la práctica del sexo! ¡Las dos cosas! ¡Y cuanto más, mejor!

UGOS.- Tú siempre pensando en lo mismo…

Bes&Ugos. Diálogos. Estar

BES.- Estar hay que estar.

UGOS.- ¿Dónde?

BES.- Donde haya que estar.

UGOS.- ¡Cómo te explicas! ¡Eres un libro abierto, vaya!

BES.- Estés como estés.

UGOS.- ¡O una enciclopedia!

BES.- Estés con quien estés.

UGOS.- ¡O, todavía mejor! ¡Te explicas como la internet esa al completo!...

BES.- Estando siempre en tu sitio, claro está.

UGOS.- ¡Faltaba más! ¡Qué piquito tienes!...

BES.- Y yo, hoy por hoy, estoy donde hay que estar.

UGOS.- Junto a mí.

BES.- ¿Por qué no dejas de decir tonterías y escuchas?

UGOS.- ¿Tonterías? Qué casualidad, creía que eras tú quien…

BES.- ¡¿Quieres escuchar?!

UGOS.- Te escucho, te escucho. ¿Y tú? ¿Te quieres explicar?

BES.- Es lo que estoy haciendo desde hace un rato.

UGOS.- ¿Ah, sííí?

BES.- Explicándome como un papel de estraza.

UGOS.- ¿Un papel de estraza?… ¿Y así estás donde hay que estar?

BES.- Pues claro.

UGOS.- ¿Dónde?

BES.- Envolviendo el pescaíto frito que tienes por cerebro.

Bes & Ugos. Diálogos. Eclipse

BES.- ¿No has visto nunca un eclipse de luna?
UGOS.- Siempre me pilló en la cama.
BES.- Pues no sabes lo que te has perdido simplemente por dormir.
UGOS.- ¿Y si no dormía?...
BES.- Te lo perdiste de todas formas.
UGOS.- No será para tanto.
BES.- No entiendo cómo la gente, y tú estas entre la gente, puede desperdiciar la noche durmiendo. Hay tanto espectáculo a esas horas, tanta vida, tanta magia, tantas cosas por hacer...
UGOS.- ¿Espectáculo y magia? Lo que es espectacular a esas horas son mis ronquidos, y para magia, mis sueños. Nada hay fuera de mis sábanas que me haga saltar, destaparme y salir corriendo a buscarlo.
BES.- Te equivocas. Siempre hay una página en blanco que rellenar.
UGOS.- ¡Oh!... Qué bonito te ha quedado eso… “Siempre hay una página en blanco que rellenar…”. ¡De manchurrones!
BES.- Manchu… Rones… Man…Ginebras… Más güisquis… Más vinos… Más cervezas…
UGOS.- ¡Aaaah!... Vale, vale, ya lo pillo... ¡Ja, ja, ja! ¡Qué gracia!... ¡Claro, claro! Ese sí, ese sí lo he visto.
BES.- ¿Ese qué? ¿Qué has visto?
UGOS.- ¡El eclipse!
BES.- ¿Eclipse? ¿El de luna?
UGOS.- ¿De luna? ¿Qué luna ni luna? ¡No, Bes, no! ¡El cerebral! ¡El eclipse cerebral del que hablabas! La noche, las risas, las copas, las locurillas…
BES.- Era de luna, eclipse de luna.
UGOS.- Cerebral. Eclipse cerebral. ¡Viva el eclipse cerebral! Ni luna, ni magia, ni página en blanco. Es que, cuando te da por el romanticismo, no hay quien te aguante…
BES.- Será eso.

Bes&Ugos. Diálogos. Quejas y vicios

BES.- La gente se queja de vicio.
UGOS.- Pues los vicios no son buenos para nada…
BES.- Y hay gente cuyo único vicio es quejarse.
UGOS.- …y tarde o temprano, los vicios, sea el que sea, tengas uno, tres o cinco, terminan matándote. O dejándote lisiado, que no sé qué es peor.
BES.- Concretamente, sé de una persona que se pasa el día entero quejándose.
UGOS.- ¡Qué vicio más tonto y absurdo!
BES.- ¿Tonto? Por la mañana, cuando suena el despertador, se queja de que es muy temprano, y cuando por fin se tira de la cama, se queja de que no ha sonado el despertador; a media mañana, se queja de que tiene hambre, y cuando toma algo para no desfallecer, se queja de que le engorda; por la tarde, después de comer quejándose de que la comida está sosa y fría, o le engorda, se queja de que le entra sueño y, aunque puede, no se quiere dormir, y si se duerme, se queja porque se ha dormido; a la hora de la merienda, al revés, se queja de que no puede tomar café porque le quita el sueño; y por la noche, se queja por todo lo que se menea: de que cenar también le engorda, de que no ponen nada interesante en la tele, de que los vecinos hacen mucho ruido, de que tiene o no tiene sueño, dependiendo de si se tomó o no el café por la tarde, o de que las sábanas están frías, o la manta le da calor.
UGOS.- Jolín… Parece un trabalenguas.
BES.- ¿Un trabalenguas?
UGOS.- Y un martirio. ¡Todo el día refunfuñando! Es el quejío en carne y hueso, ¿no? Un viciosillo del quejío…
BES.- ¿Quejío en carne y hueso?
UGOS.- ¿Estará enfermo?
BES.- ¿Estará enfermo? ¿Estará enfermo?
UGOS.- ¿Por qué me remedas, Bes?
BES.- ¡Porque no me gusta que me eches en cara mis vicios!
UGOS.- ¿Yooo?
BES.- ¡Si, tú! “¡Vicio tonto y absurdo!”… ¡Sé que soy un poco quejica, pero no es para que encima te burles de mí! “Martirio… quejío en carne y hueso… enfermo… trabalenguas”. ¡No te aguanto! ¡Me voy!
UGOS.- Este Bes… Cuando se toma el café por la tarde no se sabe bien por donde le va a salir… ¡No hay quien le aguante! ¡Temible! Pobres vecinos como le hagan el mínimo ruido esta noche…

Bes&Ugos. Diálogos. Hiperbólicos

BES.- Últimamente, no estoy en lo que tengo que estar.
UGOS.- ¿Y en qué tienes que estar?
BES.- En mil cosas.
UGOS.- ¿Mil? Mil cosas son muchas cosas. Quédate con quinientas, o trescientas veintiocho, que ya son…
BES.- Es una manera de hablar.
UGOS.- ¿Y qué manera de hablar es esa?
BES.- Pues… ¿Hiperbólica quizás?
UGOS.- ¿Hiperqué?
BES.- Hiperbólica.
UGOS.- ¿Y eso qué es?
BES.- De hipérbole.
UGOS.- ¿Hipérbolo?
BES.- Nooo… ¡Hi-pér-bo-le!
UGOS.- Aaaah… Claaaaro... Hipérbole...
BES.- Exacto.
UGOS.- ¿Y eso qué es?
BES.- Que se habla de manera exagerada.
UGOS.- ¿Con la hipérbola esa se habla exageradamente?
BES.- ¡¡Hipérbola, no!!... ¡HipérboleHipérboleHipérbole! ¡¡HIPÉÉÉÉRRRRBOLE!!
UGOS.- Aaaah… Vale, vale... Hipérbole... No te enojes…
BES.- ¡No me enojo!... ¡¡Y sí, con la hipérbole, con la hi-pér-bo-le-le-le-le, se exagera!!
UGOS.- ¿Y… para qué?
BES.- ¡Pues… para exagerar!
UGOS.- ¿Y ya está?
BES.- Sí. Ya está.
UGOS.- Qué tontería. Exagerar, exagerar... Lo que tienes que hacer es estar en lo que tienes que estar, y no inventando hipérbolas…. o hipérboles, o como se diga eso. ¡Seguro que tienes mil millones de trillones de cosas por hacer mejor que jugar a las hipérboles!
BES.- Sólo trescientas veintiocho...

Bes&Ugos. Refranes

BES.- Nunca es tarde, creo yo.
UGOS.- Sobre todo, a quien madruga.
BES.- Siempre si la dicha es buena.
UGOS.- Seguro que Dios le ayuda.
BES.- Aunque ande yo caliente.
UGOS.- O quien bien te quiere.
BES.- Y ríase la gente.
UGOS.- O te hará llorar.
BES.- Ahí es donde las dan.
UGOS.- A rey muerto.
BES.- Seguro que ahí las toman.
UGOS.- ¡Claro!.. Rey puesto.
BES.- Más vale pájaro en mano.
UGOS.- Porque a tu casa vendrán.
BES.- ¿Qué?... ¡Ciento volando!
UGOS.- Pues de ella te echarán.
BES.- A buen entendedor…
UGOS.- Pocas palabras bastan.
BES.- Sin olvidar que infinito es el número de los tontos.
UGOS.- Infinito.
BES.- Eclesiastés I, 15.
UGOS.- Ahí me has dado.
BES.- Y me llevo una.

Volver

«Tengo cosas que hacer», me dije. «Tengo que volver. Volver y desempolvar ideas y palabras; romper las telarañas que bloquean las entretelas de ‘mis tareas pendientes’, y avanzar.

Tengo que abrir los ojos y oler la poesía; tengo que abrir los brazos y oler la poesía; tengo que arquear los labios y palpar la poesía; tengo que abrir el alma -despertar, volar, sonreír y ser-, y ver brotar la poesía. Tengo que volver.

Volver antes de que se me mueran los recuerdos y las ilusiones; antes de que se me mueran lo que está pasando y lo que no; lo de aquí, lo de allá y lo de más allá; la poesía, las matemáticas, la física cuántica, la lista de la compra o el último movimiento de la última partida de ajedrez… Volver antes de que se me mueran la pila del reloj, la propia muerte y ese mundo que se apaga según los profetas».

(…)

Tenía cosas que hacer. Montañas de cosas que hacer. Había pasado mucho tiempo. Un año y seis meses de silencio. De vacío. Tenía que volver. Aunque fuera solo por unas horas.

Y así, un día, después de cenar, mediodormido, reinicié: cogí el teléfono, ese al que llaman “esmarfon”, y escribí esta nota. No quería olvidar nunca más quien soy y qué quiero hacer. Nunca.

Y aquí estoy. (…) Estamos. Tú y yo.

Bienvenido, bloguero. Bienhallado. Pasa y siéntate.

En la primera fila hay sitio.